Estéticamente es precioso, y para variar la animación es muy potable, ya no renquea tanto como en anteriores. En cierto modo me ha recordado al Curse of Monkey Island. Idem para la BSO, muy bonita, agradable y relajante, acorde con el tono general del juego. Es algo que llama mucho la atención, el candor, la pureza y la inocencia de la historia y sus personajes, sin violencia, maldad, tragedia, pesimismo o sordidez, nadie tiene malas formas ni malas intenciones, pero sin caer en ñoñerías pasteloides. También es curioso el pepinazo de historia que se marcan en el épilogo, una historia que cualquier producto vendería como trama principal, y que aquí dejan en un segundo plano, no desaprovechándola, porque explica muchas cosas ocurridas en el juego, pero casi.
La dificultad es bastante baja en general, decían en la crítica de Vandal que los puzzles eran ilógicos, y nada más lejos, son muy lógicos y están perfectamente introducidos e integrados. Buen diseño, e incluso pullita de coña a los puzzles de slider

Los minijuegos opcionales también entretienen si les sigues el rollo, yo acabé pasando porque me sacaba del hilo principal ir buscando gotitas, estampas y jugar a las cartas.