Os cuento mis primeras impresiones sobre este otro independiente de moda.
Las primeras imágenes te recuerdan al Half-Life y al Myst, con un carromato que te trae a un sitio de lo más raaaro, con muchas tuberías, máquinas y demás. O sea que al principio tiemblas. Bien, pues eso, es una variante del Myst, o mejor dicho, una variante del Riven. ¿Cuál es la diferencia? Que tiene pistas mejor distribuidas, que los juegos de botoncitos son simpáticos, y que la cosa tiene bastante sentido del humor. Eso sí, tiene el problema más clásico de este tipo de juegos: te pierdes. Se avanza rápido y fluidamente, pero a veces echas de menos un mapita o algo así.
Pero es que otra cosa curiosa del juego es que tienes que estar apuntando como un loco. Lo del Dark Fall era sólo un aviso: aquí te tienes que pillar un cuaderno y no parar de dibujar, escribir, calcular... bueno, calcular no. Casi todos los puzzles son de ver un patrón en un sitio y llevarlo a otro.
Así que por ahora nada especial, pero oye, es un pasapuzzles más agradable que el Sherlock. Ah, naturalmente no tiene música. Y la leve historia está en inglés.
Risingson
RHEM
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El Jones
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- Registrado: Miércoles, 19 de Febrero de 2003 19:24
- Ubicación: Un infecto y maloliente agujero
Joe Popi, no es por dejarte como el vil borracho que sé que eres, pero vamos no escribas mensaje ni en el movil ni en el foro cuando vayas mamao, que es bastante contraproducente. 
Y por cierto ya lo había dicho, los clonicos del Myst por muy bonitos e independientes que sean, me dan bastante mala espina. Digamos que el esfuerzo que supone resolver un galimatías de esos que siembran el juego no se recompensa por culpa del tiempo perdido y los muy escasos incetivos, porque, ¿quien quiere termiinarse un puzzle complicadiísimo para al rato tener que encontrarse otro aún más dificil? He ahi el porqué de mi repulsion hacía los pasapuzzles.
Jones... es que hay pasapuzzles y pasapuzzles, y hay formas de incentivar al jugador y formas de... repetirme como el ajo.
Después de mandar a Popoo a que se miren esa manía persecutoria que parece tener conmigo, me explico: antes del myst estaba el 7th Guest, y bueno, antes del 7th otros muchos, como el Fool's Errand. Si algo tienen estos juegos es que los puzzles son originales, retorcidos, vivos. En el 7th guest unas latas de sopa formaban una frase sin vocales (y era posible, ojo), el famoso puzzle de casilla activada/desactivada era con unas tumbas, un laberinto tenía forma de ojos que bailaban, todo tenía una pinta macabra y divertida. En el Ripper los puzzles estaban hasta levemente integrados, como la historia del puzzle deslizante con la cara del tío, el enigma de montar una placa base con unos microchips y demás cosas clásicas. En el Safecracker te premiaban con animaciones estupendérrimas y una pista bastante obvia de cuál era el siguiente camino.
Por otro lado, el Myst, el Riven, el Schizm y demás son ... premiosos. Son juegos que parecen hechos con una seriedad que dan grima. TIENES que mirar los paisajes por huevos y decir que son bonitos. Tienes que fijarte en los detalles. Tienes que explorar todo, anotar todo. Tienes que apuntar toda clase de dibujos absurdos y patrones raros. Y tienes que aburrirte bastante para disfrutar de todo esto.
¿Dónde se queda el RHEM? Pues en un curioso punto medio, por lo que he jugado. Para que os hagáis la idea más certera de lo que es esto, se parece graficamente MUCHO al Riven, pero mucho mucho. Empiezas en una plataforma, y vas cruzando por puentes y puentes, ya que el territorio inicial de exploración es gigantesco. Menos mal que en poco tiempo te vas orientando, o sea que tampoco se pasan. Cuando ya vas desesperado intentando captar pistas por algún lado, ves algo. Ves un patrón. Te comes la cabeza mirando ese patrón, ese dibujito. Te lo apuntas. Vas a otro lado. Ves un parato que pulsando los botones se ponen cosas de colores. Al cabo de un rato pillas el mensaje, y empiezas a apuntar de nuevo. Ves otro parato que parece cambiar algo. Y efectivamente lo cambia. Empiezas a juntar piezas otra vez. Ves un telescopio, y en ese telescopio hay números. Te comes la cabeza pensando a qué se referirán esos números... y al final te fijas que hay claramente un objeto en cada número. Ves que también hay un dibujito por donde el telescopio, PARECIDO pero no idéntico a otros dibujitos. Vas juntando más y más piezas, vas aprendiendo a utilizar los cacharros, vas orientándote en ese extraño complejo (que está jodidamente muerto, pero se mueve en cuanto pulsas un botón no deseado), vas probando cosas que salen bien, y lenta y dolorosamente vas avanzando.
El concepto en sí no es malo, ni es algo tan duro de jugar como un Riven. Pero se han pasado tres pueblos y medio con la dificultad, en serio. Acabé con un dolor de cabeza impresionante juntando piezas, pensando lateralmente que se dice, juntando formas y figuras, y enfrentándome a un puzzle de combinatoria de lo más intrincado que te puedes echar a la cara, aunque al final resulta que es perfectamente lógico. Vamos, que si uno sale rebotado del Syberia porque tiene demsiada paja y poco puzzle, este no tiene absolutamente nada de argumento, pero todo es un gigantesco puzzle. Lo malo es cuando te encuentras yendo de un lugar a otro una vez y otra, intentando localizar ese interruptor que cambiaba el puente... a veces te da la impresión de que no estás jugando a mucho más que un Doom sin bichos, porque los enigmas son practicamente los mismos: pulsa un botón y adivina qué ha activado. Pero eso, lo que lo diferencia bastante del Riven es la inmensa cantidad de elementos de puzzle. Joder, que casi estás más tiempo observando, tomando notas, luego haciéndote la idea de qué significa todo eso... luego diciendo "AAAhhhh..." y yendo de cabeza a por lo que crees que es.
Tres estrellas de cinco por ahora.
Risingson
Después de mandar a Popoo a que se miren esa manía persecutoria que parece tener conmigo, me explico: antes del myst estaba el 7th Guest, y bueno, antes del 7th otros muchos, como el Fool's Errand. Si algo tienen estos juegos es que los puzzles son originales, retorcidos, vivos. En el 7th guest unas latas de sopa formaban una frase sin vocales (y era posible, ojo), el famoso puzzle de casilla activada/desactivada era con unas tumbas, un laberinto tenía forma de ojos que bailaban, todo tenía una pinta macabra y divertida. En el Ripper los puzzles estaban hasta levemente integrados, como la historia del puzzle deslizante con la cara del tío, el enigma de montar una placa base con unos microchips y demás cosas clásicas. En el Safecracker te premiaban con animaciones estupendérrimas y una pista bastante obvia de cuál era el siguiente camino.
Por otro lado, el Myst, el Riven, el Schizm y demás son ... premiosos. Son juegos que parecen hechos con una seriedad que dan grima. TIENES que mirar los paisajes por huevos y decir que son bonitos. Tienes que fijarte en los detalles. Tienes que explorar todo, anotar todo. Tienes que apuntar toda clase de dibujos absurdos y patrones raros. Y tienes que aburrirte bastante para disfrutar de todo esto.
¿Dónde se queda el RHEM? Pues en un curioso punto medio, por lo que he jugado. Para que os hagáis la idea más certera de lo que es esto, se parece graficamente MUCHO al Riven, pero mucho mucho. Empiezas en una plataforma, y vas cruzando por puentes y puentes, ya que el territorio inicial de exploración es gigantesco. Menos mal que en poco tiempo te vas orientando, o sea que tampoco se pasan. Cuando ya vas desesperado intentando captar pistas por algún lado, ves algo. Ves un patrón. Te comes la cabeza mirando ese patrón, ese dibujito. Te lo apuntas. Vas a otro lado. Ves un parato que pulsando los botones se ponen cosas de colores. Al cabo de un rato pillas el mensaje, y empiezas a apuntar de nuevo. Ves otro parato que parece cambiar algo. Y efectivamente lo cambia. Empiezas a juntar piezas otra vez. Ves un telescopio, y en ese telescopio hay números. Te comes la cabeza pensando a qué se referirán esos números... y al final te fijas que hay claramente un objeto en cada número. Ves que también hay un dibujito por donde el telescopio, PARECIDO pero no idéntico a otros dibujitos. Vas juntando más y más piezas, vas aprendiendo a utilizar los cacharros, vas orientándote en ese extraño complejo (que está jodidamente muerto, pero se mueve en cuanto pulsas un botón no deseado), vas probando cosas que salen bien, y lenta y dolorosamente vas avanzando.
El concepto en sí no es malo, ni es algo tan duro de jugar como un Riven. Pero se han pasado tres pueblos y medio con la dificultad, en serio. Acabé con un dolor de cabeza impresionante juntando piezas, pensando lateralmente que se dice, juntando formas y figuras, y enfrentándome a un puzzle de combinatoria de lo más intrincado que te puedes echar a la cara, aunque al final resulta que es perfectamente lógico. Vamos, que si uno sale rebotado del Syberia porque tiene demsiada paja y poco puzzle, este no tiene absolutamente nada de argumento, pero todo es un gigantesco puzzle. Lo malo es cuando te encuentras yendo de un lugar a otro una vez y otra, intentando localizar ese interruptor que cambiaba el puente... a veces te da la impresión de que no estás jugando a mucho más que un Doom sin bichos, porque los enigmas son practicamente los mismos: pulsa un botón y adivina qué ha activado. Pero eso, lo que lo diferencia bastante del Riven es la inmensa cantidad de elementos de puzzle. Joder, que casi estás más tiempo observando, tomando notas, luego haciéndote la idea de qué significa todo eso... luego diciendo "AAAhhhh..." y yendo de cabeza a por lo que crees que es.
Tres estrellas de cinco por ahora.
Risingson