Mensaje
por Ed_Carnby » Sábado, 23 de Agosto de 2003 0:26
Quizá no sería muy contradictorio decir que aunque se vendan más copias de otros géneros, la aventura gráfica es el género casi más bien considerado por los jugadores. Me explico: muchos jugadores prefieren adquirir juegos de acción, estrategia, rol y etc. porque son "más dinámicos" y puden descargar el estrés del día. En cambio, cuando juegan a una aventura gráfica, aunque sea muy de tanto en tanto, la recordará con cariño porque se ha identificado con unos personajes y una trama de una manera que los otros géneros no pueden ofrecerle.
Alguien puede decir que juegos como Final Fantasy también ofrecen una "gran trama" y unos "grandes personajes". Pero al fin y al cabo, lo único que haces en el juego es tragarte escenas cinemáticas hasta que te toca luchar, punto. No te inmiscuyes en esa realidad con efectividad, y eso es porque sólo estás presente para luchar y esos juegos alternativos que van apareciendo. En cambio, en una aventura gráfica estás dominando todo el tiempo al personaje, los puzzles (si están bien integrados) son una forma de desarrollo de la trama y de los personajes. Realmente estás dentro.
Por eso, cuando a alguien le preguntan que diga el nombre de un juego, lo primero que se le suele ocurrir es un juego al que él llamaría JUEGO. Esto quiere decir aquello que realmente te ha hecho sentir algo por estar dentro, aquello que tiene personalidad propia, aquello que tiene un contenido narrativo en mayúsculas. Entonces es fácil que aparezcan juegos muy argumentales como decía Risingson, y sobretodo, el juego argumental por antonomasia, la aventura. También, esta consideración hace que juegos de los 80 como Maniac Mansion o el primer Larry aún sean jugados, comentados y debatidos. Esto sucede muy poco con otros géneros (no digo que no suceda, sinó que sucede muy poco).
Tambíen cabe destacar lo que se ha comentado en otros mensajes del foro, de que la falta de lectura en este país (y en muchos otros en realidad) hace que la gente no le apetezca jugar tanto a una aventura (que es como una novela interactiva) porque tiene, entre otras cosa, leer y pensar. Hay mucha gente que no soporta las actividades pausadas y como se entrebanque con un puzzle, mete el juego en el baúl de los recuerdos.
En resumen, la gente se acuerda de aquella narración que lo absorbió durante un tiempo y no de esos marcianitos que se cargó una tarde de verano (si no hizo ese día un récord).