Mensaje
por Jose » Martes, 25 de Marzo de 2014 2:20
Por mucho cliffhanger que me deje con la miel en los labios, con Telltale siempre me pasa lo mismo: me da palo ponerme con un nuevo capítulo de una temporada. Así que entre medias del Back to the Future he estado rejugando el Overclocked, una historia de violencia. Fue una de las últimas aventuras que jugué antes de mi espantada del género, en su día lo jugué con pereza y desgana. Me gustó pero me dio la sensación de haberlo jugado como con 38º de fiebre. Así que había que darle un repaso.
Para el que no lo haya catado cuenta la historia de cinco chavales que aparecen perdidos en New York con amnesia, una pistola y una agresividad tremenda. Son internados en un hospital chusco de Staten Island y tomamos el rol de David -gran ganga- McNamara, un psquiatra que se hará cargo de ellos.
La atmósfera es estupenda, un New York inmerso en una eterna lluvia, se palpa el ambiente acogedor cuando entras en un interior y te refugias de ella. No sé, a mi siempre me sumerge mucho la lluvia en las aventuras gráficas. Cosas mías... Pero el problema que tiene el juego y por lo que he leído es lo que ha echado a mucha gente para atrás, es el sistema empleado en las regresiones de los chavales. La idea de hacerles un memento es original, pero tal y como está llevado a cabo es farragoso. Para más inri, te cuentan los doctores lo tocados que están los chavales y uno espera que hayan sido víctimas de un snuff o un torture-porn. Y lo que encontramos es que estaban en una base militar tocándose prácticamente los cojones con rencillas violentas que no son más que las que podrían tener los chonis de Gandía Shore. O no, porque el doblaje tampoco es que ayude mucho.
Pero esa parte se sobrelleva con la historia paralela del protagonista, que está mucho peor que todos ellos juntos. Es curioso como durante el juego te vas poniendo en contra del protagonista, porque todo lo que toca lo convierte en mierda. Pero al mismo tiempo le vas cogiendo cariño, porque los secundarios tampoco es que le ayuden mucho, es más, no paran de tocarle los huevos.
Y son esas partes las que hacen que no nos durmamos enfrente del monitor. Pero a medida que vamos acabando las regresiones, el juego coge la directa hasta el final: se van acumulando muertes, conspiraciones, puñaladas por la espalda... todo muy fluido, y uno piensa en qué narices estaban pensado en House Of Tales metiendo ese tronco central tan cenutrio. Por eso es difícil recomendarla, pero a mi me funciona este Overclocked. Son de esos placeres culpables que te tocan de vez en cuando y para mí es de lo mejorcito del boom alemán de la década pasada.