Diez marineritos y llueve que te llueve…
Título: Agatha Christie: …Y no quedó ninguno (2005)
Desarrolladora: AWE Productions
Distribuidora: Proein
Lanzamiento: 16 de diciembre de 2005
Especificaciones (mínimo recomendado): Pentium III a 850 MHz o equivalente | 256 MB de RAM | 1,5 GB de espacio en disco | Tarjeta gráfica de 32 MB compatible con DirectX 9.0c | Tarjeta de sonido compatible con DirectX 9.0c | DirectX 9.0c | Windows 98, Me, XP o 2000
# Publicado el por Víctor Martínez
Pero los rudos aventureros, aunque nos incomoden estas carencias gráficas, siempre estamos dispuestos a perdonarlas en el caso de que la aventura nos plantee un reto de primera clase, y el desarrollo argumental nos mantenga pegados en el ratón (véase The Moment of Silence).
Por desgracia esto sólo ocurre en lo segundo, porque el desafío intelectual que nos proponen los chicos de AWE tiene delito… Vamos por partes: el juego se divide en diez capítulos, y no es un destripe decir que cada uno de ellos acaba con la muerte de uno de los invitados, tal y como reza el título de cada capítulo, que a su vez se corresponde con un verso de la cancioncita de marras. El problema es que, si bien el ritmo de la historia se adecua perfectamente a las exigencias de la narración (faltaría más con una estructura tan simple como la que nos ocupa), el de los puzzles se queda muy rezagado. Hay capítulos en los que sólo habrá que hablar con unos cuantos personajes, o coger un objeto que alguien nos reclame, y otros en los que deberemos solucionar casi todo el grueso de los rompecabezas.
Esto sucede porque el guión y los puzzles están completamente desligados, y en la mayoría de los casos no tendrá absolutamente nada que ver lo que hagamos con lo que sucederá. Además, han confundido esto con la “no-linealidad” a la hora de afrontar los enigmas, y hay capítulos en los que podemos perdernos haciendo cosas (que en realidad no serán necesarias hasta más adelante), y otros en los que prácticamente nos quedaremos de brazos cruzados. Lo que nos pasará si no echamos mano de una guía, cosa bastante recomendable debido al surrealismo de algunas combinaciones (como poner sidra en un arbusto que nos impide el paso para que se lo coma una cabra y así tener vía libre, o resolver una combinatoria formando una frase en inglés cuya pista o bien es inexistente o bien la han traducido), es que al principio todo fluirá muy rápido y nos embriagará una sensación de sencillez completamente falsa, porque llegará un momento, como me ocurrió a mí, en el que nos tendremos que poner a resolver todos los enigmas de la isla para poder avanzar, aunque no guarden relación con nuestro cometido en ese preciso instante.
A esto hay que añadirle el hecho de que existen ciertos "hot-spots" en el escenario que el interfaz no los marca, por lo que no advertiremos que en efecto son susceptibles de interactuación, y lo que sin duda es peor de todo: el inventario, que aparte de constar de cuatro páginas (dos de las cuales llenaremos en un primer vistazo general a la mansión), para combinar sus objetos hay que depositarlos en unas ranuras y pulsar un botón, cosa no precisamente incómoda si no tenemos en cuenta que a veces será necesario poner hasta cuatro objetos en estas ranuras y combinarlos todos a la vez. Tened en cuenta, además, que si en lugar de esos cuatro, ponemos tres, no habrá ninguna pista que nos diga que vamos por buen camino y que nos falta uno más.
Este Agatha Christie también adolece de un defecto que hacía tiempo que no se veía: el de los objetos inútiles. Y es que muchos de los trastos que recojamos por la casa, que a su vez también podremos utilizar con otros para confeccionar cosas más complejas, sólo servirán para que un personaje nos dé más información de otro, cosa de la que podemos pasar y resolver el juego prescindiendo de ello. Así que llegará un momento en que tendremos un porcentaje considerablemente elevado de basura en nuestro haber, que lo único que hará será enguarrar y entorpecer el inventario.
Dicho esto, sólo queda concluir el comentario de este juego haciendo una mención a su aspecto musical. La verdad es que la pieza de piano que conforma el tema principal resulta agradable y muy apropiada para la atmósfera del juego, mientras que el resto de temas (muy limitados, por cierto) se mantienen a un nivel correcto muy poco trascendente, pero que al fin y al cabo dotan al producto de la ambientación apropiada de misterio y angustia.
Conclusión
Haciendo balance, hay que decir que estamos ante un título menor, bien se mire desde el punto de vista de nuestro género, como desde una perspectiva global del videojuego en general. Puede servir para saciar el apetito del aventurero más hambriento, pero sin duda no pasará a los anales de la historia más reciente de la aventura gráfica, y ni siquiera podríamos meterlo en el saco de “lo más potable del año”.
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